Nutrición
Introducción.
Comer bien no es una moda, es una inversión en tu salud física y mental. La alimentación diaria tiene un impacto directo en tu energía, en la prevención de enfermedades y en cómo envejeces. No se trata de contar calorías todo el día, sino de elegir con inteligencia qué pones en tu plato. Incluir superalimentos, seguir el modelo de la dieta mediterránea, cuidar las porciones y mantener un equilibrio entre placer y salud son claves para nutrirte de verdad. Aquí te compartimos 7 recomendaciones prácticas y realistas para mejorar tu alimentación sin complicarte.
1. Incluye superalimentos en tu dieta.
El brócoli, además de ser un habitual en los platos de muchos chefs españoles como Rodrigo de la Calle, es un auténtico superalimento: está cargado de antioxidantes que ayudan a reparar los daños celulares provocados por el oxígeno. Otros alimentos que deberían estar siempre en tu cocina son: nueces (basta con tres al día, según la Universidad de Scranton), manzanas, albaricoques, alcachofas, ajo, cebolla, plátanos, zanahorias, judías verdes, lentejas, habas, mangos, aguacates, calabaza, espinacas, higos, boniatos, miel, chocolate negro y yogur natural.
Y no te olvides de las frutas de color morado, como las uvas y las ciruelas: están llenas de polifenoles, que ayudan a mantener las arterias limpias y a prevenir enfermedades como el alzhéimer, según estudios de la Universidad de Cincinnati.
2. La dieta mediterránea nunca falla.
Un estudio del Hospital Clínic de Barcelona, dirigido por el doctor Emilio Ros y recogido por El País y otros medios, confirma que el aceite de oliva virgen extra no solo es bueno para el corazón, sino que también ayuda a frenar el deterioro cognitivo. Pan con aceite y tomate: un clásico que, además de rico, es saludable.
3. La fruta, mejor fuera de la nevera.
Así mantiene mejor sus nutrientes, como los betacarotenos (que el cuerpo transforma en vitamina A) y el licopeno, presente en tomates y sandías, muy comunes en nuestras mesas veraniegas.
4. Come poco y a menudo.
Repartir las comidas en seis tomas pequeñas al día ayuda a reducir el colesterol y disminuye el riesgo de infarto en hasta un 20%, según el British Medical Journal. Trucos útiles: usa platos pequeños para controlar las raciones y mastica despacio.
5. No hace falta pasar hambre.
No se trata de sufrir, sino de ajustar la ingesta calórica. Sustituye los refrescos azucarados por agua y controla el consumo de snacks. Por ejemplo, 100 gramos de cacahuetes fritos aportan unas 600 calorías: para quemarlas tendrías que correr una hora, nadar 80 minutos o caminar durante dos horas y media. Mejor un puñado de almendras crudas o una pieza de fruta.
6. Más verdura, menos carne.
Los estudios de la Universidad de Loma Linda (California) muestran que las personas vegetarianas, ya sean veganas o incluyan pescado, huevos o lácteos, viven más tiempo. Si decides comer carne, mejor opta por piezas frescas y evita los productos procesados como salchichas o embutidos industriales.
7. Una copa de vino tinto al día.
Tomada con moderación, una copa de vino tinto (como un buen Rioja o Ribera del Duero) puede aportar flavonoides y resveratrol, compuestos beneficiosos para las arterias y el cerebro. También el café y el té, siempre en dosis razonables, tienen efectos positivos sobre la salud.
Si te gustaron estos tips, no olvides compartirlos con tus amigos y familiares. Comer bien no tiene que ser aburrido, ¡y todos merecen descubrir lo fácil que puede ser cuidarse desde el plato!
Vuelve pronto para seguir descubriendo más trucos que harán tu vida más saludable, sencilla y feliz. 🥦🍇✨
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